Paseo por la Historia
Moyuela, municipio de la provincia de Zaragoza, está situado en el límite sur de la misma, en la comarca Campo de Belchite, próximo a las tierras turolenses de las Parameras Montalbinas.
Gentilicio: Moyuelino / moyuelano.
Distancia a Zaragoza: 75 km.
Altitud: 736 m. Extensión: 42,8 km2. Población: 245 habs. (2018).
Se accede desde Zaragoza por dos vías:
por la A23 desvío en Botorrita, Jaulin, Fuendetodos, Azuara, Moyuela; o bien por le N232, El Burgo de Ebro, Mediana de Aragón, Belchite, Letux, Azuara, Moyuela, incluyendo esta posibilidad seguir hasta Lécera, para tomar desvió a Moneva y Moyuela.
Caserío
El caserío de Moyuela ocupa una hondonada flanqueada por dos altozanos: sobre uno de ellos se sitúa el castillo con la ermita de San Jorge y sobre el otro las ermitas de Santa María y San Clemente.
Sus orígenes, con sabor medieval, lo configuran en torno al castillo, con el Barrio de Malta, sus laderas con casas cueva y al otro lado del río la ermita de Santa María de Allende, con su necrópolis, y en sus entradas los peirones que marcan su territorio.
El casco urbano comprende un callejero sinuoso donde se combinan las calles paralelas al Barranco, como las de Medio Lugar o Barrio Verde, con las perpendiculares a éstas, como el Ferial, Rector, en un intento de adaptarse al desnivel de la ladera del cabezo Toril. En el centro destaca señera la torre mudéjar de la Iglesia Parroquial. Todo ello, sin duda, recuerdo de reminiscencias musulmanas en la zona.
Durante la Edad Media perteneció a la Comunidad de Daroca.
En el siglo XX se produce la expansión urbanística que afecta a las nuevas construcciones del Barranco, Carretera y el Muro, el arrabal (fábricas, viviendas, cooperativa, naves e instalaciones deportivas, piscina y parque).
Paseos y visitas de interés
El casco antiguo nos ofrece el Hogar o granero de la Primicia, en la calle Rector, donde se recogían los diezmos y primicias; la casa del Cristiano, en el Barrio Verde, antigua morería; el Medio Lugar, donde se encontraba la casa de Apaolaza, enfrente las casas de mosén Juan, con su escudo heráldico, como en el Ferial, la de los Martínez de Lagunilla, donde se celebraba la feria anual, presentado un claro urbanismo medieval.
La calle Capitán Godoy, arteria moderna nos ofrece los monumentos al Gallico, a las personas ilustres y a los Corredores, el conjunto fuente-abrevadero-lavadero, terminando en la zona deportiva, con las piscinas, pista polideportiva, frontón y parque municipal.
La carretera abre una nueva vía en la que se aprecia el puente mirador, el gran Muro y el Barrio de Malta con el conjunto de cuevas.
Destacan como testimonios vivos de la historia de Moyuela los siguientes monumentos:
Castillo ermita de San Jorge: de origen árabe, o quizá debido a su fábrica de tapial y piedras irregulares proceda de época cristiana, siglos XIII o XIV. Ejercía la función de recinto – refugio para casos de guerra, como era habitual en muchos pueblos de la Comunidad. Cuadrado en planta y en el centro de un lado surge la que debió ser su única torre, que, siglos mas tarde, se habilitó para ermita de San Jorge.
Ermita de Santa María de Allende: con grato aspecto de iglesuela rural, debió ser la primitiva parroquia tras la reconquista en el siglo XII, adopta las formas del arte románico, De pequeñas dimensiones y de nave única con ábside semicircular, está construida en sobria mampostería, embellecida por una grandiosa espadaña de sillería, precedida por un atrio sobre columnas octogonales de piedra, con labrados capiteles.
Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Piedad y torre mudéjar: se distinguen dos épocas de construcción. La primera es mudéjar, probablemente tardía, siglo XVI, por la forma estrellada de las bóvedas de la nave, con la particularidad del basamento en piedra y el resto en ladrillo, al igual que en la torre, con sus cuerpos altos adornados por animadas tracerías de ladrillo mudéjares. La segunda, siglo XVII, de estilo clasicista, propiciada por el Arzobispo Pedro Apaolaza y Ramírez, hijo de la villa, muerto en 1643, en la que se amplió la cabecera con crucero y cúpula, y se añadieron dos naves colaterales, cubiertas también por pequeñas cúpulas, que descansan sobre arcos adornados por yeserías de lazos geométricos, barroco – mudéjares.
Ermita de San Clemente: de estilo barroco, siglo XVIII, es sin duda la iglesia moyuelina mas espectacular, con cierto aire greco – bizantino por sus cinco cúpulas, de planta cuadrada. Se completa este encantador juego de volúmenes, en tres de sus lados, con un ábside semicilíndrico, aligerado por pilastras, con alguna reminiscencia de un «románico», del siglo XVIII, y en el cuarto lado se aloja la hermosa portada, en piedra, de sobrio barroquismo. En el interior ofrece nueve espacios, con cuatro pilares en el centro, destacando la forma gallonada de las bóvedas de los ábsides.
Los alrededores del pueblo nos llevan desde el Puente Nuevo, río arriba, bajo las cuevas de Valtierra, hasta el lugar donde se juntan el río Azúd o Santa María y el río Seco, para seguir por este, tras visitar la encina centenaria, y llegar hasta el nacimiento de la fuente.
Si vamos río abajo, tras el parque, llegaremos al Puente Viejo, y después a Despeñaperros, donde observaremos los pliegues y fallas en estratos de calizas del periodo Jurásico, para llegar a la Nevería “López Cameo” y pairón de las Almas.
Completa el recorrido periurbano el conjunto de Pairones y los variados caminos y senderos que permiten disfrutar de la paz y tranquilidad del paisaje y de manera especial la Ermita de la Malena: situada en el término de Moyuela, junto a un yacimiento íbero – romano, (así como el de Arbir), con pozo y balsa de agua y chopera, es punto de cita de una popular romería, que se celebra el primer domingo de mayo.
Fotografías:
José Abadía, David Sancho, Internet.