Singular y monumental
Hay un grupo de ermitas de planta central que han llamado la atención de los historiadores del arte por el uso de ábsides semicirculares o poligonales en los cuatro lados, pues aunque en la época barroca son frecuentes los templos de planta central, presentan algunas peculiaridades. Todas pertenecen a la tipología de planta de cruz griega inscrita en un cuadrado y están cubiertas con cúpula. Su construcción es de mampostería, tapial y ladrillo, tan frecuente en la zona. Suelen presentar un pequeño vestíbulo cuyo volumen más reducido contrasta con los más rotundos del templo.
San Clemente de Moyuela, cercana al pueblo, edificio de piedra de sillería y mampostería, es un brillante ejemplo de ermita de planta de cruz griega, cúpula central y muros laterales en forma de ábsides semicirculares y como la de Belchite de carácter más monumental que las demás.
En su disposición general sigue el modelo de la ermita de Belchite (obra que consta fue comenzada a finales del siglo XVII y terminada en 1725), pero presenta la novedad de tener tres de sus lados semicirculares y no sólo en la cabecera como sucedía en la de la virgen del Pueyo. Podríamos suponer que ha recogido los principales elementos de ésta y otros de la de san Roque de Loscos.
Otros interesantes ejemplos los encontramos en las ermitas de la Virgen del Pueyo de Belchite, la Virgen de los Dolores de Almonacid de la Cuba y de Letux, Santo Domingo de Lécera, Santo Sepulcro de Lagueruela, San Roque de Loscos, San Bartolomé de Santa Cruz de Nogueras, Santa Ana de Cucalón y San Marcos de Villafeliche (destruida), situadas en el territorio de la antigua Comunidad de Daroca y de las tierras de Belchite.
Ermita Barroca
El Barroco es, después del Mudéjar, el estilo de mayor trascendencia de Aragón, tanto por la abundancia de obras como por su fuerte personalidad. Este estilo artístico se desarrolla en el territorio aragonés durante los siglos XVII y XVIII.
Por otro lado los siglos XVI al XVIII, constituyen una época de esplendor del fenómeno de las ermitas y de las romerías.
Será el barroco el período histórico que configurará otro prototipo arquitectónico con iglesia de nave única, abovedada con lunetos, a veces con cúpulas sobre el presbiterio, y en casos de mayor importancia hasta con planta de cruz latina, con capillas laterales y con coro alto a los pies y tribunas.
El número de ermitas barrocas es el que, por razones históricas, ha llegado hasta nuestros días en mayor abundancia.
San Clemente de Moyuela pertenece al ciclo de las ermitas barrocas de planta de cruz griega, con ábsides poligonales o semicirculares del sur de la provincia de Zaragoza, y es la más compleja y de mayores dimensiones de todas ellas.
Parte la planta de un cuadrado en el que se inscribe una cruz griega cuyos brazos están cubiertos con bóvedas de medio cañón con lunetos.
El espacio central y las esquinas están rematados con cúpulas con linternas, sobre pechinas.
Los extremos laterales de la cruz se completan con ábsides semicirculares que disponen de bóveda de gajos con lunetos ciegos.
El presbiterio está formado por otro ábside semicircular, precedido por un tramo recto con bóveda de cañón con lunetos. La cabecera se ilumina mediante vanos abiertos en los lunetos de la bóveda de cuatro paños radiales con lunetos.
La volumetría exterior es muy expresiva con los tambores octogonales rematados con linternas, los ábsides y el parejo de machones, aristas y cornisas de ladrillo que flanquean paños de mampostería.
La fachada de los pies, de sillería y rematada con un frontón de ladrillo, encierra una portada de dos cuerpos, de los cuales el bajo corresponde al ingreso, con arco de medio punto entre columnas adosadas y el superior a una hornacina bajo frontón partido.
San Clemente de Moyuela, edificio de piedra de sillería y mampostería, está construida en mampostería, tapial y ladrillo, tan frecuente en la zona. Suelen presentar un pequeño vestíbulo cuyo volumen más reducido contrasta con los más rotundos del templo.
Las obras de la ermita de san Clemente de Moyuela habían comenzado antes de enero de 1738, según se desprende del testamento de Miguel Lázaro Pérez. Aunque no pueda afirmarse con total seguridad, es posible que la noticia de una donación en 1733 para dicha ermita indique que ya estaban en marcha por entonces. Que estuvo en obras en los años posteriores es confirmado por la donación para las mismas de Juan Francisco Martínez de Lagunilla en 1748 y por la fecha de 1749 que apareció en la veleta al ser restaurada en 1999. Esta fecha nos indicaría que la parte arquitectónica ya estaría concluida y, por lo tanto, la donación de 1755 podría dedicarse para la dotación de retablos o a labores decorativas en el interior.
Según Juan Ramón Royo García la ermita de san Clemente fue bendecida el 29 de enero de 1758. Las obras habrían durado, de acuerdo a lo que hoy conocemos, más de veinte años.
Su traza podría atribuirse al carmelita Fr. José Alberto Pina, natural de Moyuela y experto arquitecto, y su construcción a Miguel Borgas, maestro de obras que vivió en la localidad, y a su hijo Miguel Borgas Blesa.
(Carreras Asensio, José María. 2004)
Exterior
Es un edificio de piedra de sillería y mampostería, de grandes dimensiones y que supera el concepto tradicional de ermita para conformar una gran iglesia.
Fachada
La fachada, enteramente de piedra de cantería, tiene una portada en arco de medio punto, cuyas enjutas se decoran con temas florales en relieve, y en el centro, sobre la clave, una graciosa cartela encerrada en una cruz de brazos iguales; el entablamento es roto y liso y sobre él hay una hornacina entre dos pilastras coronada por frontón triangular, partido con tres pináculos rematados en bolas.
(Abbad Ríos, Francisco. 1957).
Campanario y Campanas
El campanario de la ermita de San Clemente está situado en la parte superior de la fachada principal, formando parte del frontón triangular de ladrillo, aprovechando el hueco dejado por el tejado a dos vertientes que cubre la cúpula del brazo inferior de la cruz o cuarto lado que conforma la planta de la ermita.
Se accede por una estrecha (1 metro de anchura, con eje central) y pendiente escalera de caracol (con 59 pequeños peldaños de 40 cm), en el lado izquierdo entrando, dando paso a un bajo espacio o bóveda, desde el que se accede a los dos huecos o ventanas, en los que están alojados dos campanas.
Los huecos o ventanas (2) del campanario en el que se encuentran alojadas miden 125 cm de altura por 60 de anchura, cada uno.
En la Visita Pastoral de 1771 aparece recogida la existencia de dos campanas y campanillas (Royo García, 1999, p. 47).
– María y Joseph
La copa mide 35 cm de diámetro por 30 de altura. El jubo, de madera con herrajes y tirantes de hierro, mide 44 cm de altura, lo que da una altura total de la campana aproximada de 74 cm.
Se encuentra en mal estado, rajada, con portillo de 10 cm, 4 impactos exteriores de bala y con perforación en 3 agujeros. Parece ser que fue objeto de disparos en la guerra civil, al ser objeto de puntería por tropas milicianas (en la ocupación 1936-1938).
– Epigrafía: Inscripción: a modo de cenefa en relieve, en parte superior, dando la vuelta a la campana: María? Y Joseph. Año 1792.
– Fundición: sin datos. Situación: sobre fachada principal, derecha desde el exterior.
– Clementa
La copa mide 46 cm de diámetro por 36 de altura. El jubo, de madera con herrajes y tirantes de hierro, mide 50 cm de altura, lo que da una altura total de la campana aproximada de 86 cm. Se encuentra en buen estado.
– Epigrafía: Inscripción: en parte central de la copa Clementa.
Siendo cura párroco D. Ramón Zapater. Alcalde D. Faustino Pina. Moyuela año 1955
– Fundición: Salvador Manclús. C/ Industria, 27. Valencia. (en placa en forma de rombo)
– Situación: sobre fachada principal, izquierda desde el exterior.
Cubierta y Cúpulas
La cubierta es de bóveda de lunetos excepto en los ábsides, que es de gallones; en el crucero, que es de cúpula sobre pechinas con linterna y los cuatro espacios, pies y cabecera de las naves laterales, que es también sobre pechinas. (Abbad Ríos,1957).
Cuatro cúpulas con sus correspondientes linternas rodean a la cúpula central, de mayor tamaño y con vanos.
Con las restauraciones de principios de siglo se repusieron las tejas de colores y se rehabilitó la veleta en 1999 que corona la cúpula central, rematada sobre la cruz con la figura del gallo, popularmente conocido como el “Gallico de San Clemente”.
Interior
Presenta tres naves con cúpula sostenida por cuatro pilares que presentan dobles pilastras en sus lados.
Naves
Los brazos de la cruz, excepto el de la fachada, terminan en ábside semicircular; las tres naves separadas por pilares cruciformes decorados por cada lado con dobles pilastras y capiteles corintios. Tienen doble entablamento.
Abbad Ríos, Francisco. 1957
Capillas
Entre los diversos altares, en los ábsides laterales destacan dos capillas dedicadas a:
– San Isidro Labrador, lado derecho entrando, decorada con pinturas
– Cristo crucificado y Virgen del Pilar, lado izquierdo, con dos imágenes y dos pinturas con escenas de la Pasión.
Fotografías y detalles
Cuaderno Pedro Apaolaza «Ermita de San Clemente de Moyuela. Singular y monumental»
Esta nueva publicación de la Asociación Cultural Arbir Malena expresa una vez más su compromiso, desde su constitución en 1986, con el patrimonio cultural de Moyuela, concretado en este caso en la investigación y difusión de lo que supone y significa la singular y monumental ermita barroca de San Clemente, a través del nuevo Cuaderno Pedro Apaolaza, número 20, autor José Abadía Tirado, que viene a sumarse al antecedente número 12 dedicado a la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Piedad de Moyuela, exponente del mudéjar aragonés.
Los trabajos de recopilación de información sobre la ermita de San Clemente han requerido buscar en diversas fuentes, desconocidas muchas de ellas hasta el momento, teniendo en cuenta que partíamos de una escasa documentación.
El camino ha sido apasionante e ilusionante, pues cada información, testimonio, fotografía, documento, opinión de autores especializados, ha alimentado la curiosidad y ha hecho crecer la motivación de seguir adelante. Partiendo de escasos datos iniciales, el camino se ha ido llenando de vestigios, recuerdos, testimonios, documentos,… de manera que, a modo de un viaje, aún sin terminar, ha permitido descubrir aspectos fundamentales en torno a la ermita de San Clemente de Moyuela.
El esquema del trabajo comprende: una introducción a la vida y obra de Clemente de Roma, Papa y mártir y a su devoción temprana en Moyuela, después trata su fábrica y construcción, con las características singulares de su exterior e interior, pinturas, imágenes, recuerdos, patrimonio desaparecido, fiesta y cofradía, ermitaños, con un apartado especial al casi seguro autor del diseño, Fray José Alberto Pina, arquitecto moyuelino.
Siguen las obras de restauración en los siglos XX-XXI, con los arquitectos intervinientes: José María Valero, Úrsula Heredia, Javier Ibargüen y Luis Peña.
Finalmente se describe una serie de ermitas de planta centralizada que podrían conformar una ruta turística.
El material inicial se plasmó en la exposición permanente, inaugurada el 5 de agosto de 2018 con motivo del 260 aniversario de la bendición de la ermita y que coincidió con la reapertura al público y al culto, tras 40 años cerrada.
Hay que reseñar y agradecer las aportaciones de investigadores que nos han ayudado a conocer parte de la historia de nuestro icono. Así, los primeros datos de Francisco Abad, se fueron completando con apuntes históricos y testimonios familiares de Juan Ramón Royo, los trabajos de José María Carreras, las opiniones de José María Valero y finalmente los esclarecedores juicios de Rebeca Carretero sobre la labor de nuestro insigne arquitecto Fray José Alberto Pina que lo acercan a la autoría del diseño y construcción de la ermita, junto a Miguel Borgas, como maestro de obras, y a Santiago González como autor de parte de las pinturas.
También son de destacar y agradecer la acogida y datos proporcionados por los padres carmelitas y en especial Balbino Velasco sobre Fray José Alberto Pina y los investigadores locales Angel T. del Rio y Javier Lozano.
La aportación gráfica y fotográfica ha sido fundamental para enriquecer el trabajo, resaltando la labor de David Sancho, José María Valero, José Abadía, Félix Bernad, otros colaboradores, como Jesús Pina y aportaciones al Fondo Fotográfico de la Asociación.
Los testimonios de Virgilio Royo, Pilar Tirado, Mosén David Aznar, Pedro Pina,… y todos los que figuran en el apartado de Créditos, han permitido contrastar la autoría de pinturas, o tradiciones, fiestas, cofradía, sanclementeros, etc .
En suma, en sus páginas nos acercamos a un santo singular como Clemente de Roma, a una ermita singular y monumental y a unas personas que, a través de los siglos, sintieron la necesidad de darle forma a esa memoria y que lo vivieron con el orgullo de los que saben que participan en algo memorable. El mismo orgullo que sienten hoy los moyuelinos y moyuelinas y todos los amantes de esta joya del barroco aragonés, por volver a revivir esos momentos.
Inauguración de Exposiciones
El día 11 de agosto de 2019 se inauguraron varias Exposiciones, que pudieron visitarse hasta final de mes, disfrutándolas de modo simultáneo, por una parte de Pintura, por parte e ascensión Sánchez y Francisco Gimeno, como complemento del I Concurso Rincones de Moyuela de Pintura Rápida; por otra de Figuras realizadas por Lorenzo Crespo, y otra de maquetas realizadas por Lorenzo Cubero, coincidiendo con la presentación del Cuaderno Pedro Apaolaza “Ermita de San Clemente de Moyuela. Singular y Monumental” de José Abadía.
Estuvieron presentes los autores y hubo gran afluencia de público, despertando los actos gran interés, máxime al organizarse en la ermita de San Clemente, aprovechando así el espacio para actividades culturales y para poder visitar la ermita y la exposición explicativa permanente a la vez que las nuevas.
Presentación Cuaderno Pedro Apaolaza
Se abrió el acto con la presentación de este interesante Cuaderno Pedro Apaolaza, editado por la A.C. Arbir Malena, que recoge la documentación existente hasta el momento sobre San Clemente, icono moyuelino.
José Abadía fue detallando el contenido de los capítulos de la obra, uniéndolo al trabajo realizado el año anterior en la Exposición permanente, agradeciendo las colaboraciones y expresando su deseo de una pronta rehabilitación integral de la ermita.
Exposición en San Clemente 260 aniversario
San Clemente I, Papa y Martir, en la pintura
San Clemente Romano, uno de los Padres Apostólicos, fue el tercer sucesor de San Pedro, después de los papas San Lino y San Cleto. Nació en Roma alrededor del 35 d.C., y según San Ireneo, Clemente había tratado a los Apóstoles Pedro y Pablo. Su Papado comenzó el 26 de Abril de 88 y terminó el 23 de Noviembre de 99 d. C.
El emperador Trajano desterró a Clemente a Quersoneso, antigua colonia en Grecia, utilizada como colonia penal. La leyenda dice que llegó para encontrar prisioneros muriendo de deshidratación e inmediatamente comenzó a buscar una fuente de agua. Cuando vio un corderito parado en la cima de una colina, siguió al animal y golpeó un hacha en el suelo donde estaba, lo que liberó un chorro de agua clara y constante. Este milagro llevó a los prisioneros a convertirse al cristianismo.
Clemente romano no vivió mucho después del episodio del milagro de la fuente. El emperador lo envió al Mar Negro y lo amarró a un ancla pesada. Los que estaban en el bote arrojaron su cuerpo por la borda y esperaron hasta que murió.
Gracias al testimonio oral de Pilar Tirado Alcalá (1918-2016) conocemos de la existencia de dos grandes cuadros en la entrada de la ermita, dedicados a San Clemente y su martirio, hasta su destrucción en 1936.
La Asociación Cultural Arbir Malena ha llevado a cabo una recopilación de copias autorizadas por los museos y otras fuentes por internet, de algunas de las pinturas de mayor interés, que recogen aspectos de su vida y martirio. (Selección José Abadía).
Con este fin se han colocado a ambos lados interiores del atrio dos grandes composiciones con una serie de copias de cuadros autorizadas de diferentes Museos y de internet, que recrean momentos de su vida y de su martirio.
Fotografías y plano:
José Abadía, José Antonio Abadía, Félix Bernad, Juan José Crespo, Lorenzo Crespo, Lorenzo Cubero , Santiago Cubero, Úrsula Heredia, Javier Lozano, Ricardo Marín, Luis Peña, Jesús Pina, David Sancho, José María Valero, Fondo Fotográfico de la Asociación Cultural Arbir Malena, Internet a través de diversas páginas relacionadas